DE CÓMO EMPEZÓ TODO
Corría el año 2007, y aquello era un erial. En lo que a garitos de rock and roll y punk se refiere, Valencia estaba en coma técnico. El Gabba Gabba de Benimaclet había anunciado su traspaso; hacía tiempo que el Turmix, arrastrado por la decadencia del barrio de El Carmen, pasaba sus horas más bajas; al Pinball le acaban de recortar el horario de apertura… Pero si andábamos cortos de bares, peor era el panorama de salas de conciertos. La Residencia no existía (apareció en el mapa un año más tarde), y las de siempre (Wah Wah, Matisse, El Loco) vivían -y viven- de espaldas a una gran parte del underground. La cosa se solventaba montando conciertos a salto de mata en antros de extrarradio como el Creepy, okupas como L’Horta, salas de fiestas rancias y mal equipadas como Red Shoe, o haciéndose hueco en discotecas de música electrónica como Mogambo, La Mill o Picadilly. Poco, disperso y mal.
Cartel: El Nerdo
En este aciago contexto, dos conocidos personajes de la noche valenciana comenzaron a buscar –cada uno por su lado- un local con las condiciones idóneas para programar conciertos de forma estable y pinchar rock and roll sin pedirle favores a nadie. Hablamos de Luis (Cadenas) y Sergi, que por aquel entonces no solo no se soportaban, sino que querían partirse la cara. (Sus caminos se habían cruzado unos años antes en Mogambo y digamos que la cosa no acabó bien). Casualmente, un amigo común (Óscar) los sentó a hablar en una misma mesa. También se unió en esa primera etapa Carola Falgás, antes de que entrara Jualma. Contra todo pronóstico, de esta coalición improbable nació Magazine, el bar familiar y disoluto, ese nido de macarras inofensivos y viciosos incorregibles que hoy muchos consideramos nuestra segunda casa. Ese bar querido y necesario celebra su octavo aniversario el próximo 12 noviembre, con Nave Nodriza, Ángel y Cristo, Guitarra es Árbol y un montón de dj’s seleccionados entre lo más granado de la parroquia magazinera. Sigue leyendo